Segunda Parte: El Parto
No paso mucho tiempo hasta el parto, realmente viví un embarazo consciente, breve, me entere a las casi 12 semanas y di a luz a las 38, sin embargo os aseguro que las ganas de verle la carita a mi niño eran tantas que se me hizo eterno.
En esta etapa ya se me hacía pesado, me costaba caminar, empecé a llamarme a mi misma "elefante apisonador" jaja y me dio por limpiar y leer mucho sobre el embarazo y el parto. Confieso que también intente ver videos de partos y tenía tantísimo miedo a ello que cada vez que veía uno, me dolía la tripa, me mareaba y vomitaba. No pasa nada a día de hoy veo los partos que haga falta jaja y no soy peor madre.
Aproximadamente, según mis recuerdos de la semana 31 a la 35 empecé a expulsar algo que parecía ser el tapón mucoso, no era sangre, ni marrón, era como un moquito con hilos rojos, a veces había alguna gotita de sangre rojita, pero no me preocupaba.
Dé repente un día me note falta de apetito, no comí bien, solo me apetecía tomar cola cao y frío. Recuerdo que para cenar solo pedí un super cola cao mega grande jaja y algo en nosotros intuía que el momento estaba cerca porque ese día no parábamos de hablar sobre el parto y justo antes de irnos a dormir, Papa dijo una frase que recordaremos siempre "oye, si rompes aguas salte de la cama y no me mojes"
Serían las nueve de la mañana aproximadamente y note un cosquilleo y volví a dormirme. Sobre las once volví a notar lo mismo con lo que abrí un ojo, mentalmente me dije "uff tengo ganas de ir al baño, pero estoy tan calentita y agustito aquí, me quedo" cerré el ojo e intente dormirme de nuevo pero volví a abrirlo "¿me estoy meando o será que estoy rompiendo aguas?" me quede pensando un poco y note un poco más de presión con la sensación de no poder retenerlo y me dije " Ostras, estoy rompiendo aguas" me acorde de lo que papa había dicho la noche anterior y salte literalmente de la cama al pasillo rápidamente.
A las 11 de la mañana rompí aguas, aquello era mi río personal 😜, me quede paralizada en el pasillo mientras caía todo el líquido. Comencé a temblar pero no tenía frío, ni nervios, ni nada, simplemente temblaba. Papa seguía durmiendo, le gritaba y no despertaba, desde mi posición alcance una zapatilla pero acerté lejos del objetivo jaja finalmente gritándole termino por escucharme y despertó, le dije que he roto aguas y el refunfuño algo, no me había entendido y quería seguir durmiendo, le repetí, que había roto aguas y se levanto inmediato a avisar a mi padre a fuera. Primero tenia que ducharme, no podía ir así a ningún sitio así que me ayudaron entre los dos para no resbalarme ahí en medio de aquel riachuelo y luego mi padre llamo a mi madre que no tardo ni diez minutos en llegar desde su trabajo (era la única que conducía y podía llevarme).
Yo estaba tan tranquila, no tenía dolor, las aguas eran transparentes y me encontraba bien, así que mande a mi madre de compras antes. En cuanto regreso, me vestí y salimos hacía el hospital. Una vez allí entramos a partos donde comprobaron que había roto la bolsa y efectivamente, así que me quede ingresada, un jueves 19/04/12.
Las matronas me vean muy ancha, muy tranquila, para tener las contracciones que reflejaba el monitor (yo, siendo sincera, no sentía nada de nada) y durante el ingreso, estuve en la habitación con los míos, moviéndome y esperando.
Al llegar la noche ese día, querían quedarse todos conmigo y finalmente no recuerdo muy bien quién se quedo quién vino de mañana, solo sé que me dormía, pero no me dormía, estaba en un estado vigía, de semiconsciencia porque tenía miedo de dormirme profundo y no enterarme de estar pariendo, ya veis que cosas me daba por pensar. Mi padre por la mañana me pregunto si me dolía y le dije que no, el me apunto que dormida hacía gestos y quejidos, pero no sé.
Finalmente hubo inducción con oxitocina. Poco después vinieron a informarme de que habían pasado ya las horas que marcaba el protocolo y como no había dilatado debía ir a partos para ponerme oxitocina, que haría que las contracciones fuesen más efectivas. En partos me acompaño papa.
Despues de un rato con la oxitocina recuerdo que empece a sentir una molestia bastante importante y recuerdo haberla descrito como si un elefante me pusiera la pata encima, si, era un poco bruta con las comparaciones, pero recuerdo una sensación de presión parecida. Dolor tal cuál conocía el dolor no sentía, ni tal cuál me lo esperaba por lo que me habían dicho y años más tarde comparando con mis siguientes partos tampoco puedo decir que fuese lo mismo. Lo que llevaba realmente mal era que una ginecóloga venía cada dos por tres a meterme los dedos en medio de una contracción y eso si dolía amigas y más que doler recuerdo una sensación ardiente incomodísima.
Mi matrona me aconsejo ponerme en la pelota de pilates un ratito mientras no venían a ponerme la epidural, ya que el anestesista estaba con una cesárea, no sabían muy bien cuanto iba a tardar y lo cierto es que no tardo demasiado. Me puse la epidural a los 5cms, fue algo sencillo y no note nada, algunas me habían dicho que notabas el pinchacito, otras picor en la zona y otras molestia, pero yo no note nada, incluso el anestesista se sorprendió, me lo dijo, yo le explique que al igual al generar la expectativa de que me iba a doler o molestar bastante ya estaba preparada psicológicamente y paso como nada. Tras ponérmela apretaron unas cuantas veces la bomba que te ponen sobre el hombro y me preguntaron como tenía las piernas y a mi simplemente me hormigueaban, le note al principio algo asustado, hoy a día aun no lo entendí. El caso es que no sentía nada.
Paso bastante rato y sobre las seis de la tarde llame a mi matrona y muy avergonzada le dije que tenía como ganas de ir al baño y yo realmente pensaba y estaba convencida de que necesitaba ir al baño aunque me habían puesto dos lavativas. Ella sonrió, yo creo que por mi manera de decir las cosas tan tímida e inocente y me dijo ahora cuando sientas que tienes que empujar empieza a hacerlo con calma. Era la hora.
El momento había llegado y me puse muy contenta porque había dilatado y recuerdo que cuando llevaba tantas horas ahí y veía que dilataba tan lento, pensé en que sería una cesárea con un miedo inmenso, tan inmenso que recuerdo haberme dicho a mi misma, "pues bueno que sea lo que dios quiera, si tengo que morir que sea por mi bebe" diréis "exagerada" pero si, así fue, así de exagerada era jaja.
Empezamos con los empujones y pensaba que la cosa iba a ir más rápido pero me agote pronto y solo llegaba a asomar la cabeza, pero el pequeñajo hacía ventosa, tras muchos empujones, yo solo me quería dormir, entre el agotamiento, la calor y todo vomite y cada vez me veía más incapaz y entonces me ofrecieron una ayuda, yo no estaba informada sobre ciertas maniobras y hoy a día por lo que pueda pasar revindico mucho el informarse al respecto de todo. Yo no podía poner nombre por aquel entonces a lo que iban a realizarme, una maniobra precipitada de Kristeller (la cual informada no permitiría) con sabanas y demás, fue una experiencia desagradable, pero en aquel momento callabas y pensabas si me ayuda, lo que sea. La realidad es que esta maniobra para ayudarme en los pujos, no sirvió de nada y finalmente aunque la matrona me decía que le daba mucha pena porque tenia un buen periné hubo que hacer una episiotomía en cuanto esto estuvo se escucho como si una botella de champan hubiese descorchado y en cuestión de un pujo mi pequeño estaba fuera. Salió en silencio y en cuanto estuvo cerca de la matrona empezó a llorar gritando de una manera.
En cuanto le pusieron sobre mi sentí su piel, su olor, me invadieron un montón de sensaciones que nunca podré olvidar, estábamos emocionados a punto de romper en lagrimas y yo solo podía pensar es mío, es mi pequeñín, mientras berreaba incansable sobre mi.
*Todas las palabras subrayadas son conceptos de los que volveremos ha hablar más adelante.
Comentarios
Publicar un comentario