Desde hace unos años a través de las redes pongo en marcha este proyecto, que consiste en hacer un cuento entre todo aquel, que lo desee. Yo dejo el inicio del cuento bajo en hagstag #CREEMOSUNCUENTOENNAVIDAD y en los comentarios vosotros continuáis un poquito y así hasta finalizar el cuento.
Hoy quiero dejaros el cuento creado por las mamas en el año 2017
"Julito, quiere explorar"
El Pingüinito, Julito, de plumaje alborotado y tierno como una nube de algodón, quería lanzarse a explorar el mundo, pero sus papas, demasiado protectores con el, le decían que el Polo Sur era suficiente, que el mundo más allá del hielo estaba lleno de peligros. Julito no paraba de dar vueltas a su cabecita, esa mente inquieta necesitaba aventuras y decidió marchar a lo prohibido a escondidas de su familia.
Comenzando la aventura se encontró a una vieja amiga, la foquita Paquita, que se caracterizaba por sus miles de travesuras. Paquita estaba jugando con una pelota y al verlo apresurado le preguntó: -¿A donde vas tan lanzado Julito?- Al principio este no quiso contestar y avanzaba sin mirar atrás pero Paquita insistió y comenzó a seguirle - Quiero explorar el mundo, Paquita, el Polo Sur no es suficiente para mi ¿Te animas a venir conmigo? - Paquita le miraba desconcertada sin responder - quiero conocer mas mundo y de hacerlo, me gustaría hacerlo junto alguien - Paquita pensativa acepto.
Empezaron a caminar, sin un rumbo fijo, ahora por aquí, luego por allá, iban temerosos, pues no sabían con que se podían encontrar, pero estaban decididos. Pasado un rato, escucharon un ruido muy extraño. Julito miro a Paquita y quiso acercarse, ella lo frenó rápidamente - espera, no sabes de donde viene ese ruido, podría ser peligroso - Julito contesto - Tranquila, quizás sea alguien que necesite nuestra ayuda - se arrimaron bien prietos y juntos lentamente se acercaron al lugar de donde parecía venir el ruido. Para sorpresa de los dos, se encontraron con un enorme ahujero en el hielo, y dentro había un oso atascado. El oso gruñía mientras se retorcía, cuando lo vieron no lo pensaron dos veces, intentaron ayudarle, tiraban y no podían eran demasiado pequeños, Julito enseguida le dijo a Paquita - tenemos que buscar ayuda - Y Paquita asintió. De inmediato se fueron en busca de ayuda, pero tras caminar un buen trecho, no encontraban a nadie y empezaban a desmoronarse.
Cuando ya estaban a punto de rendirse vieron a lo lejos, un pequeño iglú, se acercaron con ansia. Un niño salió corriendo de aquel Iglú, y en cuanto pudieron le pidieron ayuda, Ezequiel, al que todos le llamaban Zequi, asombrado de lo que Julito y Paquita le estaban contando les siguió hasta el Oso, sin pensarlo. Al intentar sacar al oso, se dieron cuenta que tenia una pata enganchada y ellos tres solos jamás podrían sacarle. Zequi fue a por más ayuda, en el camino encontró al perrito Toto que en cuanto le conto dijo - Conozco a un pingüino que es capaz de las mayores proezas nunca vistas. Tendremos que ir en su busca y seguro que con su ayuda podremos rescatar al oso. Aunque el pingüino, sólo responderá, si dices su nombre al revés. - Zequi contrariado preguntó - ¿Y cuál es su nombre? - Nadie lo sabe, tendremos que adivinar una adivinanza imposible, cual solución es su nombre -
Pronto llegaron a una especie de montañita de nieve y de detrás vieron salir a un pingüino muy alargado con cara de gruñón que sin decir nada más recito - Tres partes tiene mi nombre en Francia esta la primera, la segunda aunque te asombre dentro de un cisne se esconde y la tercera la tiene la cocinera - Zequi, después de pensarlo un poco respondió - ocsicnarf, ese es tu nombre - El pingüino se asombro de inmediato - Nunca, nadie dio con la solución tan rápido - Zequi le dijo apresurado - Señor pingüino necesitamos su ayuda - Tras explicarle la situación les acompaño veloz y después de unas cuantas maniobras, entre todos sacaron al Oso del ahujero pero en el transcurso de estas, el hielo y la nieve se movió de tal forma que atrapo a Julito debajo. Paquita gritaba desconsolada sin saber que hacer; el Pingüino, lo daba por perdido, pues Julito ni siquiera respondía, pero los padres de Zequi lo habían observado y acudieron prontos con palas y picos a sacar al pequeño pingüino. Parecía que no llegarían a el nunca, pero tras largo rato ahí estaba Julito, inconsciente, herido, le envolvieron en una manta y le llevaron al Iglú.
Tras unos días de curas y reposo Julito se recupero. Cuando esto sucedió, sabía que era el momento de volver a casa con Paquita, extrañaba a su familia y había aprendido una valiosa lección.
FIN
Agradecimientos a todos los que han colaborado en este cuento,
Maria Jose Gil Amaya.
Mari Carmen Galvez Bermudez.
Rebeca Fernández Cabado.
Naty Marín.
Katia Teixeira.
Estefania V.
Comentarios
Publicar un comentario