¿mentiras y mentiras?

Después de eso me aleje, no permití que volviese a besarme, dios mío que había hecho, pero en realidad no me sentía culpable, parecía que el alcohol amenizaba esos sentimientos.

Mis padres pronto nos recogieron para volver a casa a comer, después de comer seguimos jugando a juegos de mesa en la habitación, las miradas lo decían todo entre nosotros, las sonrisas, las bromas amenizaban nuestros coqueteos furtivos y cuando nos quisimos dar cuenta de que el domingo iba a terminar pronto, teniendo que despertar a nuestras realidades, volvía a sentirme llena de culpa, no debí,  ¿Cómo deje que pasase ?¿en que me había convertido ahora? era la otra, era la que no tenía derechos en su vida ni los tendría jamás y quise cortarlo todo alejándome, pero pronto "A" se acerco para llevarla a dar un paseo y no aceptaba un no por respuesta aunque intente resistirme, fue imposible, no podía decirle que no con esa carita con la que me miraba, es verdad, parecía un macarra, pero era una cosita tan tierna cuando le conocías. Así que paseamos, le enseñe lo poco que podía enseñarle pues, era todo monte, con el encanto y la belleza que solo puede tener el monte en Galicia, pero monte después de todo. 

A la vuelta de aquel paseo en medio del camino, estaba oscuro ya, anochecía y rodeados de arboles "A" le beso de nuevo y con cada beso sentía que no quería separarme de el, pero era indecente lo que estaban haciendo, le separe de mi y seguimos caminando en silencio. 

Volvimos a casa y él se puso a jugar al ordenador con mi hermano mientras yo les observaba pensando y procesando todo lo que había pasado últimamente, estaba desbordada y sentía que ya nada sería lo mismo, solo esperaba que mañana cuando despertase, hubiese sido un sueño o lo hubiese olvidado para no hacerse más daño.

Pronto él se fue, volvió a su casa con su familia y aquella noche, para mi, fue extraña, no pude dormir entre mis pensamientos, que se enredaban unos en los otros haciéndose cada vez más densos. 

Por la mañana fuimos a la ciudad. Pensé que ahora lo olvidaría todo fácilmente y mi vida volvería a ser como era antes. No volvería a verle y todo iría mejor, pero mi suerte fue que al ir caminando a la biblioteca me lo encontré, pensé ¡Cuán terco es el destino! Como estaba acompañado por su cuñado y un amigo de su novia mantuve siempre la mirada en el suelo, tuve que permitir que me acompañasen haciendo como si no hubiese pasado nada.

Aquella tarde cogí el Bus, eran dos horas de camino, dos largas horas de autobús en las que no pude dejar de darle vueltas a todo ¿estaba enamorada de verdad? Por primera vez en la vida sentía que había perdido algo importante al marchar ¿pero que iba a hacer?

Tenía que buscar un nuevo piso esa semana y me vi envuelta en todos esos tramites lo cual le sería más fácil olvidar. Ellos me llamaban, al principio, nunca respondía al teléfono solo deseaba que dejasen de llamar, pero no lo hacían y aquella noche no pudo resistirse a hablar con "A" por chat como solían hacerlo antes, él le repetía mil y una veces que la quería, pero yo no podía creérmelo, era tan difícil creérselo, no podía ser que las quisiera a las dos, a alguna le estaba mintiendo, mi mente le decía que era a ella, que no hablase con él, pero mi tonto corazón me envolvía en los sentimientos y se lo creía todo porque quería dejarse amar por alguien tan sencillo como él. Solo él la había hecho sentir tan bien, única, especial, sabía que tenía un brillo en los ojos que ya jamás podría apagarse porque el lo había encendido con su atención, con sus gestos y cariño, aunque quizás fuese una mentira o fuese imposible, era mi mejor apoyo, mi renacimiento había partido de eso, que fuera falso o no, lo había sentido real, sincero y único.

Una noche más, no dormí pensando en el y con ello, acepte porfin fácilmente un ofrecimiento para irme a Madrid con dos chicas, si estaba lejos todo esto sería más fácil.

Desperté entre llamadas y más llamadas, pero no respondí, no podía ni imaginarme todo lo que estaba pasando al otro lado de ese teléfono que sonaba sin parar, pero tampoco quería saberlo. Sin más me fui a clase, como hacía todos los días e intente centrarme en mis cosas sin que nada me afectase, pero no podía evitarlo ya estaba afectada, no dejaba de pensar en esas llamadas a las que no respondía, ni respondió hasta la noche del miércoles cuando debía mudarme.

Volvía a casa y no podía seguir oyendo sonar ese teléfono así que respondí, era ella, era su novia, mientras bajaba las escaleras, ella me decía que ayer el se lo había contado todo, que sabía lo que había pasado, que no le echaba la culpa ni estaba enfadada, pero que quería hablar, yo vía ilógico hablar de todo aquello con ella ¿Para que? No tenían nada de que hablar, más cuando le dijo que "A" y ella lo habían solucionado e iban a seguir juntos, colgué, era algo que sabía que iba a pasar, pero dolía, dolía más de lo que esperaba,  demasiado para seguir escuchándola.

Al menos él había sido decente, había dicho la verdad y ahora yo me sentía liberada, ya no había secretos que esconder, no tenía que tener cuidado por ella y todo se había acabado porfin, o eso creía.

Ella insistía e insistía, llamaba sin parar y cada vez que yo oía sonar ese teléfono se le encogía tanto el corazón que no pensaba en nada más que en tirarlo ¿es que nunca iba a dejar de llamar? Por favor que mujer más complicada, por un momento me arrepentí de haberles conocido, me arrepentí de haberles dejado entrar en su vida, de dejarles invadir su historia con todo eso, pero luego volvía a la realidad, no podía dar marcha atrás, sabía que ahora todo lo que había vivido con "A" era parte de mi misma, había sido algo, no sé, ¿Amor, quizás?¿amor del bueno, de ese puro, del que viene arrasa con todo? ¿de ese que se queda para no marcharse jamás? Fuese como fuese era imposible olvidarlo o borrarlo, así que empecé a aceptarlo como parte de mi misma, de mi historia, otro cuento más para mis arrugas del mañana, lo aceptaba para poder empezar de nuevo una vida lejos.

Eran tantas las llamadas que no pude resistirme a la última, respondí agresiva, pero mi tono cambio, cuando escuche la voz que le hablaba al otro lado, era el número de ella, una vez más, pero era "A" quien llamaba, era él quién quería hablar, me derrumbe, había sido mucha carga.

Le conté que su novia, había llamado para decirle que ya lo sabía todo, el no supo que decir, sin más la llamada se corto, me sentí herida de nuevo, no quería dejar que jugasen con mis sentimientos y empecé a pensar que todo era una hermosa artimaña de ambos para burlarse. Pronto el volvió a llamar para dar explicaciones, pero yo ya no quería escuchar nada más y solo deje claro que quienes debían arreglar sus problemas eran ellos dos.

Por un contratiempo de nuevo me quede sin un sitio a donde ir, me vi perdida y ante ese sentimiento decidió recogerlo todo y volver a casa cuanto antes, aunque cuando las cosas se tuercen se tuercen y no hay manera de enderezarlas, cogí un taxi, su teléfono no paraba de sonar en todo el trayecto una vez respondió, era la novia, solo le dijo que estaba en clase que no podía atenderla que dejase de llamar y colgó. Llego a la estación de autobuses muy temprano con todas sus maletas y tal fue de caprichoso el destino que había huelga de autobuses así que no me quedo más que recurrir a mi preciado teléfono y llamar a casa para que fuesen a buscarme. 

Mientras esperaba, el teléfono sonó de nuevo, era ella quería saber si iba ir a casa, quería quedar y hablar ¿Pero es que no había quedado claro que no quería hablar con ella? No había nada que aclarar, a estas alturas todo el mundo sabía lo que había ocurrido porque ella lo había contado por ahí y todo el mundo me juzgaba como el bicho que intento meterse con un hombre que pertenecía a otra, era la otra por boca de todos y porque en si misma así lo sentía. Le dije que no tenia ganas de hablar, que no iba a volver y que mucho menos iba a quedar con ella, luego colgué sin más, no podía escucharla con sus historias, ahora mismo tenía muchas otras cosas en las que pensar. 

Me sente en un banco, a la espera de una llamada, pero sabía que esa llamada tendría que esperarla al menos dos horas, no obstante su teléfono volvió a sonar pronto ¿Quién podría ser? Sabía que mis padres tardarían, miro el número, volvía a ser ella ¿Cómo podía ser tan pesada? Sin embargo contesto, no era ella, era "A" quería contarle que lo había dejado con su novia, que a quien quería era a mi, necesitaba saber que como cada viernes estaría allí en el mismo bar de siempre a la misma hora de siempre, sonreía, no podía evitarlo, en esos momentos era feliz, estaba inquieta, no sabía que hacer, gritar, reír, llorar, todo, ahora mismo todo cogía en su cuerpo y explotaba, era POSIBLE. 

Esa noche la llamada de su ahora ex-novia entorpeció la velada, para decirle que, ella y "A" volvían a haberse arreglado, esta vez no pude hablar mucho solo dije - Muy bien- cerré mi teléfono mientras me amargaba, pero no tenia intención de faltar a la cita del próximo día con el, porque quería dejarle en claro que no era un juguete al que tomar y dejar cuando se aburría de su estúpida vida.

Aquel viernes empezó como otro cualquiera, pero mis ilusiones se habían visto envueltas en una gran decepción que no permitiría que volviese a pasar. Pronto llego la tarde y nos pusimos en marcha, por el camino, él llamo para cercionarse de que iría a su encuentro.

En el bar intente estar distante, pero no podía, él era mi debilidad y estando allí sentados cogidos de la mano como siempre me dijo, que no estaba con su novia mientras "V" incitaba a "A" para que me pidiese formalmente, que fuese su novia, el caso es que a saber porque motivo, mientras "V" estuvo con ellos paso de todo menos lo que ella esperaba, no obstante nada más irse "A" me cogió de la mano, llevándolas entrelazadas ante su rostro le dijo - ¿Cuál es tu respuesta? - yo estaba confusa -¿mi respuesta?-  "A" aclaró que quería saber si estaba dispuesta a ser su pareja desde ese mismo instante y recordarlo mágicamente para el resto de nuestros días ¿Cómo iba a negarme? era lo que mas ansiaba mi SI se escucho alto y claro, sus ojos brillaban y mi corazón iba tan rápido que parecía que me saldría del pecho en cualquier momento, ahora si, por fin era mío, pensé en que por fin la otra ya no era ella, su culpa desapareció por completo y su cuerpo se lleno de nuevo de tantas cosas que solo pudieron explotar en un romántico beso que seguido de otros empezaron a llenar desde ese día sus vidas. Así el viernes 28 de enero del 2011 se convirtió en el mejor día de mi vida.

29 de Enero de 2011, esa mañana mi hermano se había ido a buscar a "A", mientras ella esperaba en un bar del pueblo vecino, al reunirse conmigo, los tres volvimos a casa para compartir tiempo juntos jugando al Monopoly entre risas, anécdotas hasta que el teléfono sonaba interrumpiendo aquellos maravillosos momentos. Era ella, la que ahora era su ex, la que nunca jamás entendería lo que había pasado porque ahora comprendía lo que había perdido entre sus manos, entendía lo importante que era aquel hombre que había desperdiciado durante dos años, con malas palabras y hechos desagradables, para ella. Cada vez que el respondía al teléfono, yo no podía dejar de sentirse mal, insegura, no terminaba de entender porque tenía que llamar tanto, entre ellos todo se había acabado, ahora la historia empezaba para mi, era nuestra vida, nuestra relación, ya no había vuelta atrás, jamás permitiría que la hubiese, aquel hombre ahora era mi territorio. Lo soportaba todo en silencio aunque por dentro moría y no, cuando colgaba, no preguntaba, quizás porque a lo mejor me dolía lo que pudiesen hablar, quizás porque desconfiaba y estaba llena de dudas, o quizás simplemente porque lo amaba y quería confiar.

Luego comenzamos a ver una maratón de películas de miedo, de las típicas que te dejan la escusa perfecta para abrazar romántica, asustada e inocentemente a esa persona especial que tienes en tu vida, así, cenamos pronto y nos quedamos dormidos cuando ya no podíamos ni pestañear aquella madrugada.

El domingo fue más de lo mismo, solo interrumpimos nuestra, maratón peliculera para salir al mundo un instante a dar un paseo, mostrarle a "A" el mundo en el que yo me vi envuelta desde la cuna, aquel mundo que había creado a la persona de la que él se había enamorado, aquella mujer que mantenía su esencia de niña, de la que se había enamorado sin darse cuenta y a la que había enamorado sin tener intención precisa. 

Llego el momento de la despedida, una vez más, el se marchaba a su hogar, con su familia y yo no quería despedirme de él, pero tenía que hacerlo, al fin y al cabo no estábamos tan lejos y pronto volveríamos a vernos.

El lunes como siempre, "A" quedaba en los sitios habituales con mi hermano, pero aquella mañana, todo había cambiado, el tenia otra luz, había comenzado una vida nueva, aunque muchos fueron incrédulos entre todos ellos, ella, ella que en cuanto le vio aquella mañana se abalanzo a sus brazos intentando besarle...

Rechazo aquel beso, la alejo de él advirtiéndole que ahora su corazón pertenecía a otra mujer, mientras ella se carcajeaba y no quería creérselo, quizás le parecía todo una broma, pero lo cierto era, que el ya había empezado su vida conmigo y ella tenia que ser consciente de ello. 

La mañana siguiente yo había quedado con el, no podía aguantar sin verle, sin hablarle, sin estar juntos, ni un día más, en casa se volvía loca esperando otro minuto con él, pero cuando llego a la ciudad y vi que venía acompañado por ella de nuevo, la desconfianza, el  miedo y los malos pensamientos me invadieron y parecía casi que iban a venírseme las lágrimas, aguante, al acercarse, salude bruscamente, no pude evitar estar fría y distante con el, era una situación extraña, ambos lo sabían, no podían ser una pareja si ella estaba delante al fin y al cabo si estaba triste, era culpa de ellos y yo me sentía culpable de mi felicidad, porque ella sufría o quizás solo fingiese, pero desde luego no era una situación cómoda, aunque hice lo posible por sobrellevarla.

Saliendo de la biblioteca, ella usaba a "A" como si aún fuese su pareja, a mi me carcomían los celos por dentro pero no debía hacer nada. De repente ella soltó que si algo le molestaba que se lo dijese que ya sabía que estaban juntos, pero que no podía cambiar sus costumbres de la noche a la mañana, aunque sabía que ahora debía ver a "A" como un simple amigo, pero también quiso dejarme claro, que quería mantenerle a su lado como su mejor amigo, que no iba a dejar de abrazarle y la verdad que aunque yo me lo guardaba todo para mi, estaba enfurecida ¿Qué se pensaba? ¿Qué solo por el hecho de que las cosas pasaran como pasaran iba a poder usarles a su antojo? ¿Qué siempre tendrían que soportar su presencia y prescindir de su intimidad como pareja? No, no era así aunque no dije nada y permitiera  que soltase todo su inmenso discurso, no iba a ser así,  la verdad es que no pensaba ponerla en su lugar por ahora, pero no iba a permitir que hiciese con ellos lo que se le antojase.

Toda aquella mañana, tuve que soportar a aquella mujer y sus estúpidas peticiones que no tenían lógica ni sentido, creía que nadie jamás se pondría en la situación en la que yo me estaba poniendo, toda persona necesita recuperarse de una ruptura así y ella estaba metida allí en medio de nosotros dos, pidiéndoles que se morrearan en sus narices, me parecía surreal, de alguien poco cuerdo, pero me mantuve en silencio con mis pensamientos, negándome siempre a sus payasadas varias, tenía la sensación de que ella les estaba usando como algo morboso de lo que aprovecharse y no sabía hasta cuando iba a soportarlo, pero no mucho. 

Pronto empezó a ser horrible para mi, comencé a notar el desprecio de la gente allí a donde iban, ella había contado su versión, obviamente sus amigos consideraban que "A" estaba mejor con ella, yo era un estorbo en su vida.  Yo no podía evitar pensar que jamás me aceptarían, que si seguía con el, lo alejaría de sus amigos, de su familia, de su entorno, no era algo que desease, así que cuando ella me pidió que por favor no dijese nada de la relación entre "A" y yo a la familia de "A", acepte, delante de su familia yo sería una simple amiga y ella seguiría siendo su pareja, todavía no entiendo porque, pero así deje que fuesen las cosas. Supongo que me veía desbordada por la situación así que cuando llegaba a casa no podía evitar enviarle SMS a una amiga "R" ella me aconsejaba, pero también se sentía algo confusa por como estaba la situación según yo se lo contaba. 

Una tarde "R" iba conduciendo de camino a ver a una amiga y justo a unos metros de su casa vio a "A", con ella y una amiga en un portal, a "R" le pareció ver como se besaban y abrazaban allí mismo, donde todo el mundo podía verles y decidió cambiar su rumbo e ir a buscarme a casa, porque aunque quizás me enfureciera, creía que debía saberlo y sobre todo creía que debía traerme a verlo con mis propios ojos, que me dieran una explicación. Cuando  vi llegar a "R" a casa me extrañe, no era de los días en los que soliese ir allí, salí, "R" me dijo, sube al coche que nos vamos, me extraño todavía más. Con los ojos abiertos como platos pregunte que había pasado, ella respondió sin mucho detalle con lo que había presenciado, yo estaba muriéndome de rabia de indignación, no iba a permitir que esto pasase, no era un objeto. Por el camino "R" le fue contando con todo detalle y le dijo que cuando llegase que debía estar calmada y actuar con cabeza pensando bien todo ¡que fácil era decirlo! fui procesándolo todo poco a poco.

Cuando llegamos, seguía enfurecida, intentaba disimularlo pero no podía, desde lejos ya vimos que seguían allí, riéndose, sentados en el portal. "R" y yo, aparcamos enfrente, encima del paso de cebra, el nos vio y se acerco. "R" intentaba tranquilizarme, sabía que tal y como estaba lo que a mi realmente me apetecía, era soltarle un guantazo a el y a ella, así era yo por dentro, en mis pensamientos, pero la verdad es que por fuera, mi comportamiento era todo corazón, así que puse mis rodillas sobre la guantera del coche, una postura que me proporcionaba seguridad, mire al frente y cuando él me saludo preguntando que hacia allí, detrás de él se acercaban las otras dos, mientras respondía que había ido allí a ayudar a "R" en un trabajo que tenía que hacer aquella tarde. "R" intento ayudarla preguntando por detalles de lo que le había parecido ver antes a los que solo obtuvo respuestas negativas. Yo permanecía en silencio, en lo único que podía fijarme era en su cara, parecía triste, desilusionado, pero si le miraba a los ojos, no veía rastro de culpabilidad cuando nos mirábamos, solo veía amor y sinceridad ¿podría entonces haberse equivocado "R" quizás al verles un poco de lejos el plano en el que estaban dio a entender algo que no tenía fundamento alguno, estaba segura de que el me quería y cuando me miraba, no dejaba lugar a dudas, sabía que el no era capaz de hacerme eso, pero al mismo tiempo tenía tanto miedo, porque antes había sido de ella e indudablemente toda la actitud de aquella mujer me confundía.

Cuando pareció que ya tenían suficientes respuestas "R" me pregunto  -¿te quedas, o te vienes? - por alguna razón que no entendí, en aquel entonces, decidí irme con "R" por primera vez prefería hacer cualquier otra cosa, antes que quedarme con el. Y así nos  fuimos sin más.   

Las cosas siguieron igual, nunca saque el tema otra vez aunque, ella, siempre hacía amago de hablar de lo que había pasado, pero después de muchas cosas que habían ido sucediendo la había ido calando. una mañana por teléfono, ella le dijo, no vengas a la ciudad hay tormenta, la gente esta enfadada por lo que pasado con "A", no le hice caso, hable con  él a escondidas de ella y quedamos, le mentimos para que les dejase a solas, pero al final ella se las arreglo para montarle una buena a los padres de "A" y meterse de nuevo en medio de ellos dos. Como este hecho pasaron tantos que yo, ya había aprendido a distinguir sus manipulaciones, sus mentiras y estaba decidida a hacer algo para apartarla por siempre de nuestra vida, tenía que dejarle claro que no era ninguna tonta manipulable y cuando las cosas llegarán al límite, estaba dispuesta a hacer daño.

Un fin de semana quedamos para salir todos juntos, pero llego aquella noche y la ex de "A" y sus amigos no aparecieron, así que salieron solos, aquel fin de semana el sería realmente solo para mi.